GASCÓN, DANIEL
Regresa Enrique Notivol, el hipster, que debe hacer frente a los  urbanitas que, hartos de la ciudad asolada por la Covid-19, pretenden invadir su tranquilo rincón de la España vacía. Tras una ruptura con su novia, desencantado de la vida moderna y ansioso  por encontrar la autenticidad y la comunión con la naturaleza, Enrique  Notivol abandonó Madrid y se instaló en el pueblo de su tía en Teruel.  Tenía grandes planes: huertos colaborativos, gallineros no heteropatriarcales y talleres de nuevas masculinidades. Contra todo  pronóstico, llegó a ser alcalde y encontró el amor con Lourdes, la dueña del bar de la carretera. Ahora la pandemia amenaza el mundo tal y como lo conocemos y gestionar  el confinamiento en una zona despoblada tiene complicaciones  inesperadas. Debe actuar ante el desafío secesionista de las Masías de  la Rambla, solventar las dificultades de la campaña de vacunación,  presentar un proyecto para acceder a los fondos europeos y gestionar el  toque de queda, pero Enrique y los cañadienses idean soluciones  imaginativas para sortear estos problemas, como la autodeterminación  horaria, que permite a cada uno vivir en la hora que le apetezca. Sin embargo, hay algo para lo que quizá el hipster no esté preparado: la  llegada de los urbanitas -y de su exnovia- que, hartos de la ciudad  asolada por la Covid-19, pretenden invadir su tranquilo rincón de la España vacía. Con un protagonista irritante y entrañable, una especie de Quijote  posmoderno rodeado de personajes que son extravagantes sin saberlo, La  muerte del hipster es una novela divertidísima que ofrece un retrato  esperpéntico y lúcido de nuestra sociedad, sus debates y sus obsesiones. Sobre Un hipster en la España vacía:
«Libro con aires de parodia, entretenido hasta decir basta, irreverente  sin hacer sangre, sobre un varón urbano, paladín de la Nueva Masculinidad, sabihondo, dogmático, ridículo, que se instala en un  pueblo de Teruel con el noble fin de dar lecciones de modernidad a los lugareños.»
Fernando Aramburu «La principal virtud de esta novela es aquello que, en este país donde  goza de tanto prestigio la solemnidad pomposa y palabrera, muchos  considerarán su peor flaqueza: su humildad, su falta absoluta de  pretensiones. [...] Gascón -lúcido analista de la política española-  pergeña un retrato demoledor y exactísimo, además de hilarante, de la  realidad de nuestro país; también un retrato compasivo: al fin y al  cabo, el hipster del título no es más que un tonto entrañable, que es casi lo máximo que se puede aspirar a ser en esta vida.»
Javier Cercas,  El País Semanal «Los contrastes saturadísimos de estas páginas tienen una gracia de  cartoon adulto contagiosa. El conjunto es irreverente, sí, pero más  amable que cruel, a condición de que el lector sepa reírse de sí mismo o  de su padre cuando llegue el momento de verse reflejados/deformados en algún rasgo.»
Nadal Suau, El Cultural «La novela es una fiesta. Me he reído sin parar. [...] Es azconiana,  woodyallenista, truebera. A veces Amanece que no es poco y Oregón TV.  [...] La novela lleva tanta veloz felicidad que, si saliera una segunda  parte con el pandemónium y el delirio covídeo, se agotaría antes que la vacuna.»
Mariano Gistaín, 20 minutos