IZZO, JEAN-CLAUDE
Prólogo: Rue des Pistoles, veinte años después
1. Donde hasta para perder hay que saber pegarse
2. Donde hasta sin solución apostar supone esperar
3. Donde el honor de los supervivientes consiste en sobrevivir
4. Donde un coñac no es lo que puede sentar peor.
5. Donde en la desgracia uno vuelve a sentir que es un exiliado
6. Donde los amaneceres no son más que el espejismo de la belleza del mundo
7. Donde es preferible expresar lo que se siente
8. Donde no dormir no resuelve los problemas
9. Donde la inseguridad priva de toda sensualidad a las mujeres
10. Donde la mirada del otro es un arma mortal
11. Donde las cosas se hacen como se tienen que hacer
12. Donde toca rozarse con la infinita mezquindad de la inmundicia humana
13. Donde hay cosas que no se pueden dejar pasar
14. Donde es preferible estar vivo en el infierno que muerto en el paraíso
15. Donde el odio del mundo es el único guion
Epílogo: Amanece otro día y todo sigue igual
La muerte de una destacada figura de la mafia marsellesa llevará a Fabio Montale, un policía escéptico y amante de los placeres de la vida, a introducirse en una oscura trama en la que se entretejen la xenofobia, la marginación y la satanización de los inmigrantes magrebíes, la corrupción y la amenazadora sombra de la extrema derecha. Y en medio de todo ello, Marsella, una ciudad en la que «hay que tomar partido» y donde, «demasiado tarde, uno se encuentra de lleno en pleno drama. Un drama antiguo, donde el héroe es la muerte».